Ha sido uno de los modistos españoles más importantes de todos los tiempos, no sólo porque revolucionó con sus volúmenes arquitectónicos el vestir de mediados del siglo XX, sino porque renunció al vertiginoso ritmo del prêt-à-porter entendiéndolo como una infidelidad a los principios que regían la alta costura.
Sin embargo, su impresionante legado, que ha influido en todos los diseñadores, no tenía un espacio en el que mostrar sus prendas más icónicas. Pero al fin, después de algunos intentos fallidos por poner en marcha un museo dedicado al diseñador, el próximo 10 de junio abrirá sus puertas el Cristóbal Balenciaga Museoa en Getaria, su ciudad natal. Unos días antes, el 7, tendrá lugar la inauguración oficial presidida por Su Majestad la Reina Sofía.
El museo es una iniciativa de la Fundación Balenciaga Fundazioa con el objeto de promocionar, difundir y potenciar la trascendencia de la persona y obra del genial diseñador, natural de Getaria, y referencia internacional de primera magnitud en la creación artística en general y en el mundo de la moda y la alta costura en particular en la segunda mitad del siglo XX.
Un total de 90 piezas seleccionadas, entre vestidos y accesorios, de entre más de 1.200 prendas formarán parte de una exposición rotativa en la que destacan creaciones realizadas para la aristocracia europea de la época, como el vestido de novia de la reina Fabiola de Bélgica, o donaciones y préstamos de personalidades como Hubert de Givenchy, amigo íntimo del diseñador vasco.